Con el buen tiempo se recuperan viejos hábitos que hemos dejado en el pasado y es que las altas temperaturas invitan a pasar tiempo bajo el sol. Es posible que no lo sepas, pero más allá de cambiar el color de tu piel, convirtiéndose en un tono mucho más moreno de lo habitual, una exposición prolongada puede hacer que te quemes. Por ello, es necesario contar con un tipo de crema solar que te ofrezca una protección ante quemaduras.
Este tipo de producto se ha popularizado en los últimos años por sus cualidades respecto a su tratamiento de la radiación solar y el contacto de la misma sobre la piel del ser humano. De este modo, nos podemos proteger con un tipo de producto que permiten que nuestra exposición prolongada se realice sin ningún tipo de problemas. Por ello, cuenta con una producción pensada en garantizar el correcto funcionamiento en todo momento.
¿Qué se considera crema solar?
En farmacia y medicina existen distintas fórmulas que permiten que se garantice la seguridad de los usuarios y clientes. La radiación solar es uno de los momentos más importantes y peligrosos que se deben tener en consideración para que no afecte a largo o corto plazo la salud de las personas.
Es posible que se considere que es uno de los factores que más inciden en el aspecto físico de las personas. La radiación solar incide, directamente, sobre la piel de las personas. Gracias a la crema solar, la piel la logra bloquear y absorber sin que la integridad física de las personas corra peligro ni alteraciones.
Las cremas solares ayudan a que no se produzcan quemaduras en la piel por el sol y a la vez garantizan la estabilidad de la piel. Es decir, ayudan a que los efectos negativos de la radiación solar disminuyan notoriamente. Entre ellos, destaca la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad, o algunos efectos del fotoenvejecimiento.
Claves para escoger la crema solar
Cada crema solar tiene una composición y finalidad, por ello, tienes que evaluar que se puede lograr con ella y sobre todo, la incidencia de la misma sobre tu piel. No todas las cremas solares sirven para lo mismo y ese es uno de los errores más importantes que suelen producirse en el momento que se compra y vemos un valor elevado de cierta protección puede hacer que nos decantemos por un modelo u otro. A continuación os detallamos esos aspectos más importantes en los que tenemos que fijarnos:
UV
Cuando hablamos de los rayos UV nos referimos a la radiación ultravioleta, la cual está presente desde el primer momento que tomamos el sol o en cualquier instante que tenemos contacto con los rayos solares. Este tipo de radiación penetra en la piel y con las cremas solares se intenta conseguir que su presencia en el ADN de las personas sea la menor posible. Eso sí, no hay que olvidarse de que hay otros condicionantes que pueden hacer que tu exposición solar sea mayor, como es el cielo nublado. En este caso, la proyección de la radiación ultravioleta puede ocasionarte algunos problemas en tu organismo.
UVA
Los rayos UVA están en nuestro día a día y forman parte del 95% de los rayos que inciden sobre la tierra. Se trata de un tipo de rayo que no tiene límite y eso se produce porque tienen una composición muy marcada. De este modo, permite que puedan atravesar tanto nubes, vidrio o la piel y epidermis.
Un correcto uso de una crema solar adecuada puede ayudar a que los rayos UVA no accedan al interior de la piel y por ende, evitar los problemas de fotoenvejecimiento, y generar una intolerancia solar junto a algunos trastornos en la pigmentación.
UVB
A diferencia de los Rayos UVA, los rayos UVB son los que permiten que te broncees o te llegues a quemar. Se trata de un tipo de rayo que ante las nubes y el vidrio no logran pasar. Eso sí, consiguen traspasar la epidermis y con ello, se producen las quemaduras. Cabe ir con cuidado y es que este tipo de rayos tienen una alta capacidad de reflejo, por lo que su capacidad de proyección sobre la epidermis es mayor y lo hace con virulencia.
Factor de protección solar (FPS-SPF)
El factor de protección solar te indica cuanto tiempo puedes exponerte a la radiación solar sin provocar heridas, quemaduras u otro tipo de alteración a tu organismo. De este modo, una crema que indique un FPS 50 te garantizará un tiempo prolongado de hasta 50 veces más de lo habitual a una exposición sin quemaduras.
Tipos de crema solar
Actualmente, en el mercado nos podemos encontrar con distintos protectores solares, que pueden ser adecuados para niños, cuerpo o bien capilares. Todo ello, hará que tu organismo esté a salvo desde el inicio. Cabe destacar que también es importante detectar que tipo de filtros existen en su composición. Esto puede ayudar a que se pueda absorber de un modo u otro.
Filtros químicos
Nos referimos a un tipo de moléculas que absorbe la radiación solar de la capa superficial de la piel. Para ello, capta la energía, la transforma en calor y para terminar en una larga longitud de onda que inofensiva para la piel. Pueden existir distintas finalidades, pero pueden tener capacidad para absorber UVA, UVB o ambos.
Filtros físicos
Cuando hablamos de filtros físicos solares, nos referimos a todos esos materiales de origen mineral que ejercen de pantalla reflejando la radiación ultravioleta, controlando la luz visible y la radiación infrarroja. Entre ellos destaca el dióxido de titanio, el óxido de hierro y el óxido de zinc.
Su uso está destinado especialmente para menores de tres años como fotoprotector. También se puede emplear para cuidar y proteger a pieles sensibles, post procedimientos estéticos y algunas cicatrices. Su presencia no disminuye con el tiempo,. De este modo, son estables siempre que se reapliquen cada dos horas. Eso sí, es un tipo de filtro que no se absorbe, por lo que puede quedar rastro en la piel.
Filtros biológicos
Nos referimos de un tipo de filtro que no lo es como tal. Su función es mitigar la radiación solar en la piel y sus posibles consecuencias. Para ello, les aporta vitaminas A, C y E, junto a algunos agentes antioxidantes.
¿Cuándo utilizar crema solar?
Desde el anochecer al amanecer, la piel se va regenerando y por ello, poco a poco iremos notando como el escozor o picor es mayor. Es algo normal, esto produce que las células se vayan adaptando a su nueva situación y a la vez, recupere todas sus propiedades. Cabe destacar que en estos casos es recomendable emplear crema hidratante. Estos productos nos ayudarán para que podamos recuperar la esencia y tonificación celular necesaria desde el inicio.
Los primeros rayos solares que se producen entre las 9 y las 12 de la mañana suelen tener una menor implicación en las posibles enfermedades o trastornos en la piel. Por ello, se recomienda que al salir de casa a estas horas nos pongamos un poco de crema solar en las zonas que están más expuestas.
La hora crítica se sitúa entre las 12 y las 17 horas, que es cuando el sol está en su máxima verticalidad y los rayos ultravioleta UVA y UVB son más perjudiciales. El sol está a millones de años luz, pero sus radiaciones pueden comportar alteraciones en nuestro organismo. Por ello, se recomienda estar bien protegidos e ingerir altas cantidades de agua y garantizar así nuestra hidratación. No te olvides de estar aplicándote crema solar, que te ayudará a protegerte en todo momento, cogiendo únicamente color según el factor de protección solar que te apliques.
Por último, se suele considerar que de 17 a 21h es la hora ideal, para tomar el sol y coger color, pero no te olvides de que es necesario ponerte crema solar y cando salgas de la piscina o playa volver a aplicártelo, El agua ejerce de efecto pantalla, por lo que es más fácil quemarse. Es preferible no ponerse directamente en el sol, así evitas las quemaduras y podrás coger ese tono que se prolongará tras el verano.