El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) organiza cada 18 de noviembre el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos desde el año 2008.

El objetivo de esta iniciativa es sensibilizar sobre los riesgos que comporta el uso indebido de los antibióticos y hacer un llamamiento a la responsabilidad. De este modo se podrán prevenir la resistencia a los antimicrobianos, que es una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad, según la Organización Mundial de la Salud. Una buena alternativa es cambiar nuestra alimentación y nutrición. Mantener unos hábitos de alimentación saludables influirá en la aparición de bacterias en nuestro cuerpo y, por ende, hará que consumamos más antibióticos.

Cómo nos afecta

Ocurre cuando los medicamentos dejan de tener efecto y nuestro cuerpo no puede defenderse de las bacterias, virus, hongos y parásitos, que mutan con el tiempo. Esto hace que el tratamiento que podamos tener sea más difícil de llevar a cabo y se incrementa el riesgo de propagación de enfermedades, aparecen nuevas enfermedades más graves que pueden llegar a causar la muerte.

Por lo tanto, es muy costoso económicamente la resistencia a los antimicrobianos. La prolongación de enfermedades requiere de una hospitalización larga, medicamentos más costosos, lo que puede conllevar dificultades financieras para los/las afectados/as.

Qué se debe hacer

Cuando se le receten antibióticos, siga las instrucciones del médico con tal de minimizar el riesgo de desarrollar bacterias resistentes.

Si no sigue las instrucciones correctamente, las bacterias pueden adquirir resistencia a los antibióticos.

Una mala práctica sería:

  • Acortar la duración del tratamiento.
  • Tomar una dosis menor a la recetada.
  • No tomar la dosis en momentos correctos prescritos por el médico.
  • Tomar el sol durante el tratamiento.

Debe preguntar a su médico o farmacéutico cómo debe tirar los antibióticos sobrantes. No utilice los que le sobren.

Por qué debemos hacerlo

El desarrollo de resistencia a los antibióticos es una grave amenaza para la salud pública, ya que las bacterias resistentes pueden propagarse entre la población.

Todos somos responsables de conseguir que los antibióticos sigan siendo eficaces. El uso responsable de los antibióticos puede contribuir a frenar la aparición de bacterias resistentes. Detener la aparición de estas bacterias hará que los antibióticos sigan siendo eficaces para las generaciones futuras.

Cuándo tomar antibióticos

Tomarlos cuando no son necesarios no sirve absolutamente para nada. Los antibióticos no son eficaces frente a las infecciones causadas por virus, como los resfriados o la gripe común. En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario debe ser capaz de combatir las infecciones leves. Tomar antibióticos no favorece la recuperación ni evita la difusión de virus a otras personas.

  • No tome antibióticos si no se los han recetado.
  • Si contrae un resfriado o una gripe y el médico le dice que no necesita antibióticos, cuídese para recuperarse.
  • Si los síntomas no mejoran o empeoran en el plazo indicado por el médico, vuelva a la consulta para que lo examine de nuevo.

Qué debemos hacer ante un resfriado o una gripe

Siempre y cuando el médico no le haya recetado antibióticos:

  • Descanse y cuídese para recuperarse.
  • Beba mucho líquido para no deshidratarse.
  • Pregunte al médico si hay algún tratamiento no antibiótico para aliviar síntomas como la nariz taponada, el dolor de garganta, la tos, etc.
  • Si los síntomas no mejoran o empeoran en el plazo indicado por el médico, vuelva a la consulta para que lo examine de nuevo.

Esperamos que estos consejos le hayan sido de ayuda. ¡Gracias por leer!