Las temperaturas primaverales están dando paso, poco a poco al “buen tiempo”, éste es el mejor momento para empezar a preparar nuestra piel de cara al inicio del verano. Para ello, una opción es recurrir al uso de la cosmética.
Las altas temperaturas o la mayor exposición solar hacen estragos en las capas superficiales de la dermis, con lo que conviene seguir ciertas rutinas y hacer un cambio de productos para no solo salir indemne, sino con una piel resplandeciente y mejorada.
La alimentación ayuda a tu piel para el inicio del verano
Como sabéis nos gusta empezar por la base, que es nuestro interior. Con la piel no puede ser menos ya que ésta se empieza a cuidar desde dentro, sin ir más lejos para mantenerla tersa e hidratada, por eso mismo hay ciertos cambios en la alimentación que podemos usar a nuestro favor:
- Consumo adecuado de agua (mínimo 2l en agua, infusiones no azucaradas, aguas con sabor sin edulcorar y caldos)
- Recomendaríamos complementar el consumo de líquidos con el de frutas y verduras ricas en agua: cítricos, sandía, melón, lechuga…
- Betacaroteno: las frutas y verduras son los alimentos que más betacaroteno contienen, en especial los de color anaranjado como la zanahoria, melocotón, albaricoque, calabaza, tomate… pero también el calabacín, los espárragos o el brócoli.
- Aumentar alimentos crudos como la ensalada o sopas frías y disminuir cocciones largas o alimentos cocinados de forma poco saludable como los fritos y rebozados.
- Consumo de antioxidantes como la vitamina C que combaten los radicales libres y previenen el envejecimiento que suele fomentar la exposición al sol. Por ejemplo la encontramos en fresas, cítricos, kiwis y pimientos.
En el caso de nuestro cutis la ayuda externa será también básica.
Rutina facial
A continuación os detallamos varios consejos para potenciar nuestra rutina facial
Exfoliación
Si tenemos una piel muy sensible podemos espaciar las exfoliaciones y si la tenemos muy gruesa y grasa necesitaremos recurrir a ella más habitualmente pero, por norma, antes y durante el verano convendrá exfoliar una vez por semana. Nunca justo después de la exposición al sol o de la depilación y siempre al menos 24h antes. La exfoliación debe realizarse en la piel de todo el cuerpo pero usando un tipo de exfoliante adecuado para cada zona.
En las partes más rugosas como codos o rodillas podremos utilizar unos gránulos más grandes y productos a base de azúcar o sal o insistir más en estas zonas. Es especialmente importante para evitar las manchas más oscuras producidas por el sol y típicas de las partes con la piel más gruesa.
En cuanto a zonas más delicadas como la cara adaptamos nuestra rutina con un producto mucho más suave. No es recomendable usar peelings químicos muy abrasivos en éstas épocas del año ya que dejan la piel con mayor fotosensibilidad y, además de posibles quemaduras, podría aumentar el riesgo de manchas.
Limpieza
La limpieza en la época más cálida del año debe de ser más suave, la piel transpira más pero también está expuesta a fuertes agresiones. ¿Las mejores opciones? espumas para pieles delicadas y sin jabones irritantes, aguas micelares, tónicos con agentes emolientes y aguas termales para terminar con la rutina de limpieza y refrescarnos en cualquier momento del día que necesitemos.
Hidratación y nutrición
La hidratación superficial de la piel será esencial tanto después del bronceado (hará que éste se mantenga durante más tiempo y con mayor calidad) como para calmar la piel por la sequedad producida por el sol y las altas temperaturas, especialmente en climas secos.
Ayudarán los humidificadores en casa, pero las cremas, sérums y geles hidratantes serán indispensables. Cosméticos a base de aloe vera, hamamelis, caléndula o azuleno sirven para calmar y aportan frescor. Si aprovechamos para hacer uso de autobronceadores optendremos un 2×1 de color e hidratación. Actualmente existen muchos formatos en el mercado adecuados a cada tipo de piel, desde aceites nutritivos parando por geles o brumas en spray que apenas dejan restos.
Protección solar
Por supuesto el gran cosmético del verano es el protector solar, nos extenderemos más en una entrada específica del blog, pero solo decir que es imprescindible usarlo a diario, aunque no vayamos específicamente a tomar el sol. Durante ésta época las radiaciones aumentan considerablemente y necesitamos utilizarlos y reaplicarlo a menudo.