Comprar los productos de higiene bucodental adecuados es uno de los problemas existentes más importantes en el momento de cuidar de este aspecto de nuestra salud. En ocasiones nos olvidamos de que un correcto cepillo dental puede servir para tener la salud dental en perfecto estado. Esto se debe a que generalmente se ha extendido la sensación de que cualquier cepillo es bueno para “limpiarse” los dientes, uno de los errores más importantes que se cometen. Cuidar la higiene bucodental es primordial para evitar las bacterias que acceden a nuestro organismo por la boca.
Son diversos los tipos de cepillos de dientes que existen en el mercado, y no tienes que olvidarte de que cada persona cuenta con unas patologías u otras, por lo que no existe un cepillo universal. De este modo, cada usuario cuenta con unas necesidades particulares que pueden derivar en enfermedades si no se han tratado bien con los productos necesarios.
Tipos de cepillos de dientes
Se suele considerar que los cepillos manuales tienen peores resultados que los eléctricos, pero eso no es así. Bien es cierto que se recomienda el eléctrico porque tienen un alcance mucho más preciso y permiten que la placa se reduzca al mínimo en la mayoría de los casos, pero ambos cuentan con la misma finalidad. Tienes un montón de opciones buenas entre los productos Lacer.
El principal problema que nos encontramos entre los usuarios de los cepillos manuales es que los utilizan mal. Lo ideal sería seguir la beta del diente e ir de la encía al final del diente. Esto significa que seguramente siempre lo hemos hecho mal. El movimiento que debemos hacer es de vertical y no horizontal, por lo que estaríamos haciendo sería barrer. De este modo, cuando realizamos el movimiento lateral, lo que se hace es esparcir los restos, por lo que no se terminan de limpiar los dientes.
El cabezal influye
Independientemente de su funcionamiento y mecanismo de acción, los cepillos de dientes pueden con distintas tipologías según los componentes que los formen. En un principio, cualquier tipo de cabezales es recomendable, pero no es así. Dependiendo de las características de los filamentos, los cepillos tienen mayor o menor dureza.
Como norma general, los cepillos que cuentan con unos filamentos de mayo dureza son más fuertes y rígidos, por lo que se suelen emplear en ese tipo de bocas donde cuenta con una buena higiene bucodental. Eso sí, se trata de un tipo de cepillo o cabezal que suele ser más agresivo con la placa y a la vez con las partes blandas, por lo que si no cuentan con unas encías saludables pueden provocar sangrado.
Por otra parte, para las personas que cuentan con mayores problemas gingivales puede provocar que cuenten con mayor capacidad de creación de sarro. Por ello, es recomendable emplear un tipo de cabeza suave, que hará que las encías se puedan oxigenar con mayor facilidad y a la vez es posible que el esmalte de los dientes se sigan deteriorando y provoque problemas dentales de mayor envergadura.
Cabe destacar que para las personas que lleven implantes, puentes dentales u ortodoncia existen un tipo de cepillo mucho más suave de lo habitual que permite que la salud de sus dientes se mantenga perfecta en todo momento. A todo ello, también existen un tipo de cabezal, conocido como interdentales, que facilita el acceso a esas áreas que cuentan con peor acceso por los arcos que conforman la ortodoncia, por lo que permite la extracción y limpieza de esos restos que quedan en esos recovecos.
Consejos para escoger el cepillo de dientes
Como recomendación, es preferible que escojamos un cabezal de tamaño mediano o pequeño. Esto se debe principalmente a que tendrá una mayor facilidad para acceder a cualquier hueco de los dientes, por lo que contaremos con una higiene bucodental prácticamente perfecta.
Por último, uno de los errores más grandes que cometemos es que no cambiamos los cepillos de dientes cuando se debe. Lo recomendable es que cuando veamos que el estado del mismo es inadecuado, perdiendo filamentos bien esté erosionado, se sustituya por otro nuevo. Eso suele ser cada tres meses aproximadamente, que es el tiempo medio en el que se gastan los cepillos.