Una dieta de aprovechamiento es una forma inteligente y sostenible de reducir el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero en la compra de los mismos. Consiste en utilizar los alimentos que ya tienes en tu cocina antes de comprar más. No solo es una forma de ser más consciente del impacto ambiental de tus hábitos alimenticios, sino que también puede ayudarte a variar tu dieta y descubrir nuevas formas de cocinar. Para organizar un menú semanal equilibrado hay que definir los alimentos que vamos a comer y en qué cantidad, para controlar el aporte nutritivo y consumir todos los alimentos necesarios para un estado nutricional adecuado. Comprar productos de nutrición en Farmacia, siempre bajo la supervisión de un profesional, te permitirá controlar este estado nutricional y saciarte ocasionalmente en caso de quedarte sin productos frescos para tu dieta de aprovechamiento.
Qué es una dieta de aprovechamiento
La dieta de aprovechamiento es una manera muy efectiva de reducir el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero al mismo tiempo. Además, es una forma de adquirir hábitos saludables en la alimentación, ya que se basa en alimentos frescos y variados.
Trucos para acertar con tu dieta
Para llevar a cabo una dieta de aprovechamiento, es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos. En primer lugar, es importante planificar las comidas con anticipación y hacer una lista de la compra basada en los alimentos que ya tenemos en casa y que necesitan ser consumidos antes de que se echen a perder. De esta manera, podemos asegurarnos de que no compramos alimentos innecesarios que acabarán en la basura.
Otro consejo importante es aprender a aprovechar los restos de las comidas. Por ejemplo, podemos utilizar las sobras de verduras y carne para hacer una sopa o un guiso, o utilizar las sobras de pan para hacer croutons o pan rallado. También podemos utilizar las frutas que ya están maduras para hacer batidos o mermeladas.
Además, es importante ser creativos y experimentar con nuevos platos y recetas. Muchas veces, podemos utilizar ingredientes que ya tenemos en casa para hacer comidas deliciosas y nutritivas que no requieren de la compra de nuevos alimentos.
Es importante tener en cuenta la conservación de los alimentos. Para ello, es importante almacenar los alimentos de manera adecuada y utilizar técnicas de conservación, como la congelación o la deshidratación.
Consejos para realizarla
A continuación, os dejamos con los mejores trucos para realizarla:
Haz una lista de los alimentos que tienes
Lo primero que debes hacer es revisar tu despensa, nevera y congelador y hacer una lista de los alimentos que tienes. Presta atención a los alimentos que están a punto de caducar o que se han pasado de la fecha de caducidad. Estos son los alimentos que debes usar primero.
Planifica tus comidas
Una vez que sepas lo que tienes, planifica tus comidas para la semana. Piensa en platos que puedas preparar con los alimentos que ya tienes en casa. Utiliza tu creatividad para darles un toque diferente. Puedes buscar recetas en línea o en libros de cocina para inspirarte.
Utiliza técnicas de conservación
Si tienes alimentos que se estropearán pronto, como frutas o verduras, puedes utilizar técnicas de conservación para prolongar su vida útil. Por ejemplo, puedes congelar frutas y verduras para utilizarlas en smoothies o salteados. También puedes hacer conservas de frutas y verduras para tener a mano durante el invierno.
Prepara comidas en grandes cantidades
Otra forma de aprovechar al máximo tus alimentos es preparar comidas en grandes cantidades. Puedes hacer una gran cantidad de sopa, guiso o pasta y congelar las sobras en porciones individuales. Esto te permitirá tener comidas listas para cuando no tengas tiempo de cocinar.
Reutiliza las sobras
Las sobras pueden ser una gran fuente de inspiración para nuevas comidas. Por ejemplo, puedes utilizar las sobras de pollo asado para hacer una ensalada de pollo o una sopa de pollo. Las sobras de verduras pueden ser utilizadas para hacer una fritada o una tarta salada.
Compra alimentos de temporada
Los alimentos de temporada son más baratos y tienen mejor sabor. Además, es más probable que encuentres ofertas y promociones en alimentos de temporada. Por lo tanto, planifica tus comidas en función de los alimentos de temporada para ahorrar dinero y evitar el desperdicio.
Compra en el mercado local
Comprar en el mercado local no solo es una forma de apoyar a los productores locales, sino que también te permite comprar alimentos frescos y de temporada. Los alimentos del mercado local suelen ser más baratos y de mejor calidad que los que se venden en el supermercado.
Utiliza las partes “poco populares” de los alimentos
Muchas veces desechamos partes de los alimentos que podrían ser utilizadas para preparar comidas deliciosas. Por ejemplo, puedes utilizar las hojas de las zanahorias para hacer una ensalada, las hojas de la remolacha para hacer un pesto o las cáscaras de las papas para hacer una sopa.