La lactosa es un tipo de azúcar presente en la leche y sus derivados. El cuerpo humano necesita de una enzima llamada lactasa para digerirlo, en algunas personas su intestino delgado no produce esta enzima por lo que se desencadenan intolerancia a la lactosa o alergias.

Estas dolencias se detectan mediante pruebas de aliento o analíticas posteriores al consumo de lactosa. Eso hace que tengas que controlar tu dieta, y mejorar tu nutrición para no tener problemas asociados a esta patología.

Tanto si dispones ya de un diagnóstico desde hace años como si has tomado conciencia de tu intolerancia a la lactosa hace bien poco, este post podría interesarte. Tenemos una idea clara de que nos puede sentar mal, pero hay más alimentos que podrían contener lactosa o sus trazas de los que podemos pensar… además de hablarte de ellos, te enseñaremos qué productos que SI puedes comer y cuáles te serán, además, beneficiosos para las molestias asociadas a tu intolerancia.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa

Si sospechas que puede sucederte algo así, pero aún no has iniciado ninguna valoración médica, antes de nada, puedes atender a estos síntomas si aparecen entre 30 minutos y 2 horas después de consumir lactosa:

  • Malestares digestivos como cólicos
  • Náuseas y vómitos
  • Distensión abdominal
  • Flatulencias

Estos síntomas pueden ser indicativos de muchas otras dolencias, pero la observación puede ayudarte a prever que podría tratarse de dicha afección.

¿Qué alimentos contienen lactosa?

Ya sabemos que todos los lácteos y sus derivados (nata, queso, yogur, mantequilla…) que no hayan sido tratados para eliminar sus azúcares contienen lactosa, pero hay más comidas que podrían pasar desapercibidas:

  • Medicamentos: las lactosas se usa para la elaboración de algunas cápsulas, infórmate bien a través de tu médico. También puede leer el prospecto previamente a tomar cualquier medicamento que tenga un recubrimiento en forma de cápsula. En algunas preparaciones médicas también aparece en su formulación. Lo importante en estos casos es que tomes conciencia de ellos para que tu médico pueda optar por alternativas o bien estar preparado para paliar posibles molestias.
  • Cosméticos y productos de higiene: aunque es complicado que nos afecten si solo padecemos de intolerancia, es importante tenerlo en cuenta si hablamos de una alergia grave. De igual modo, conviene revisar la composición de productos que puedan ser ingeridos, como barras o protectores labiales o bien pastas dentífricas.
  • Especias: La lactosa se utiliza como anti-apelmazante al envasar algunos condimentos.
  • Alimentos procesados varios: la lista de alimentos preparados que contienen lactosa es muy amplia: pan, salsas, galletas y bollería, chucherías, embutidos y salchichas… si queremos eliminar hasta las trazas deberemos revisar siempre las etiquetas cuando compremos algún procesado.

Las mejores comidas si padeces intolerancia a la lactosa

Sin lugar a dudas, lo más recomendable es optar por comidas no procesadas. Frutas, verduras, frutos secos, huevos, pescado y la mayoría de carnes sin tratar están libres de este ingrediente.

Además, puedes incorporar lácteos sin lactosa o leches y quesos vegetales. El punto añadido es que incluyas otras comidas que, además de no contener lactosa, ayuden a suplir las posibles carencias de la ausencia de lácteos en la dieta. Estos serán, principalmente, los que incluyen calcio y vitamina D:

  • Almendras
  • Naranjas y cítricos
  • Hortalizas de hoja verde
  • Tofu
  • Espinas blandas que puedan ingerirse como la de las sardinas o boquerones
  • Procesados sin lactosa y enriquecidos con vitamina D y calcio.

En tu farmacia encontrarás suplementos de lactasa muy interesantes si te ves forzado a una ingesta de lactosa o bien si no vas a controlar los alimentos de algunas comidas. Es importante recalcar que sirve para comidas puntuales. Es posible que no suceda nada si lo tomas de manera habitual, su efecto solo se notarán acompañados de una comida en concreto.

A modo de tip te recomendamos los suplementos o infusiones de plantas que suavizan las molestias digestivas después de una posible ingesta. En algunos casos también puede ser necesaria la ingesta de vitaminas. Comprar vitaminas puede favorecer a aportar los beneficios que aporta la lactosa y, de esta manera, no tener déficits nutricionales. Aun así, el consumo de estas siempre tiene que ir bajo la supervisión de un profesional.