Se trata de una hormona sintetizada de forma natural por nuestro cuerpo, el proceso viene conducido por un aminoácido esencial llamado triptófano que transforma dentro de la glándula pineal la serotonina en melatonina. Incide directamente en la cantidad y calidad del sueño. De hecho, la melatonina es la principal hormona encargada de regular las oscilaciones entre sueño y vigilia. Su grado de producción está ligado a los horarios del día y, por ende, a la luz  ambiente, pero también a la edad y otros factores que pueden condicionar su correcta y suficiente producción. De este modo, forma parte imprescindible del conjunto de vitaminas que actúan en nuestro organismo.

Cómo ayuda la melatonina

Su función más conocida es la  reguladora de los ritmos circadianos. Nuestro ciclo de sueño se produce a lo largo de las 24h del día, activándose con la oscuridad de la noche y desactivándose con la salida del sol. Cabe destacar, que pasa por diferentes oscilaciones a lo largo del día, pero a grandes  rasgos podría decirse que: la melatonina baja con la luz solar (amanecer) y sube al (atardecer). Se trata de un patrón evolutivamente adaptado al medio y que nos ayuda a funcionar bien en las horas de más actividad. Pero la melatonina no es única y exclusivamente la encargada de nuestro reposo, también nos ayuda en  otros ámbitos:

  • Estimula la secreción de las hormonas relacionadas con el crecimiento  y es especialmente importante durante la infancia y adolescencia.
  • Actúa  como antioxidante combatiendo los ya conocidos por todos, radicales libres, por lo que tiene un efecto antienvejecimiento o preventivo en la degeneración celular.
  • Impulsa nuestro sistema inmune y nos ayuda con las infecciones  más  resistentes.

Como puedes ver nuestro organismo es una sucesión de eslabones que forman una cadena perfecta. El mal funcionamiento de una de sus partes puede conllevar múltiples reacciones, algunas inesperadas. Se sospecha que, la insuficiente producción o mala regulación de esta hormona, puede llegar a empeorar desde algunos trastornos psicológicos o relacionados con la atención, hasta enfermedades inflamatorias o problemas de desarrollo.

La suplementación es una alternativa

Existe una clara evidencia de la efectividad en la suplementación de melatonina. No solo es uno de los suplementos dietéticos más efectivos, sino que está al alcance de todos, ya que ni tan siquiera necesitamos receta médica para obtenerla. Pero es precisamente por esta razón que debemos ser prudentes en su uso, no se han notificado grandes efectos secundarios que sí tienen otros fármacos habitualmente usados para tratar el insomnio, pero el insomnio puede ser un síntoma de una patología escondida.

Ante cualquier síntoma repetido en el tiempo y preocupante, debemos acudir a nuestro  profesional médico para que valore si puede existir un trasfondo no tratado.

Si hemos pasado nuestro control médico y no se ha detectado nada preocupante más allá de la dificultad para conciliar el sueño, podemos implementar su ingesta durante un periodo de tiempo no prolongado.

La posología más habitual es de 1/2mg diarios media hora antes de ir a dormir, empezando siempre por la dosis más baja y observando su efectividad.

La suplementación de melatonina nos ayudará tanto en la regulación del sueño producida por causas psicológicas, como por “jet lag” o trabajos realizados en jornadas nocturnas o turnos rotativos. Consulta con tu farmacéutico para que te recomiende la más idónea para tu caso.